sábado, 30 de junio de 2012

Zen 1. (l) "Zen es zazen"



Como resultado de la amplia evolución de Dōgen queda un punto fijo y sólo uno: zazen. Podemos preguntarnos qué entidad tiene este hecho antropológico singular (acaso único en su género) que pretende (y a mi entender consigue) concentrar un vasto edificio conceptual y práctico (como es la obra de Dōgen, la cual ha resistido el paso de los siglos y en la actualidad es consultada y estudiada más que nunca) en la modesta y escueta acción de sentarse, respirar, mirarse la nariz mientras se escucha uno pensar y latir su corazón. Esa pregunta permite calibrar en justa medida ciertos cambios de perspectiva individual y social que apuntan en una dirección clave: decir zazen equivale a afirmar que el desarrollo espiritual se basa en una observación de lo banal y de lo más propio, una percepción crecientemente atenta, incesantemente honesta de las cosas. Un atreverse a ver y aceptar la realidad a partir de lo que se tiene más cerca.


Este cambio de perspectiva incluye que “en el zazen, el maestro es el propio zazen, porque el fruto de la observación es el conocimiento que adquirimos de nuestro mundo más inmediato e influyente (cómo funciona el cuerpo, cómo funciona la mente). Ese self-master es humilde, sencillo. El practicante se sabe necesitado de ayuda. Y pide ayuda pero, al mismo tiempo, se sabe libre y soberano. Su existencia es solamente aquello que su disposición diaria, por el hecho de sentarse, va actualizando una y otra vez. El procedimiento utilizado en uno mismo, que consiste en sentarse, mirarse la nariz, escucharse pensar, licuar el propio pensamiento, atravesarlo y trascenderlo, para acabar depositándose en el regazo de la respiración, no solamente lleva a la comprensión de uno tal como es; también ayuda a comprender cómo son en realidad los demás y las cosas del mundo. Y permite descubrir la estrecha e inevitable conexión entre todo lo que existe.

1 comentario:

  1. zazen...."el"el zazen es el propio maestro zazen...¿que interesante reflección!!!
    Porque será que siempre buscamos en "maestro"(¿')que no es tampoco aprendeher de un maestro (fuera)pues y a mi humilde entender y refleccionar)disculpas pido....El Maestro que buscamos lo tenemos A-dentro...alli enese preciso momento en el que entrecerramos los ojos ,miramos la punta de nuestra nariz...y por contacto puro el maestro zazen nos -dice--no me busques afuera ...es mas simple!!!soy parte de tii...
    cordialmente
    maria

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