viernes, 22 de junio de 2012

Zen 1. (g) ¿Buda o buda?




Nadie vacila, al menos en Oriente, en aceptar que 'Buda' fue un personaje real y tuvo una existencia histórica, como alguien nacido en un territorio entre India y el actual Nepal, llamado Siddhārtha, de cuna nobiliaria, príncipe de apellido Gautama, conocido por sus contemporáneos como Sakyamuni (“hombre silencioso del clan Śākya”). Paralelamente, tampoco hay dudas de que decir 'buda' implica resumir una experiencia espiritual. Buda se torna de alguna manera un atributo. Si en el primer caso Buda constituía un sustantivo, en el segundo buda se transforma en calificativo: se refiere a cualquier persona que se considera “despierta”, “atenta”, “que comprende”, “que proyecta luz”. A partir de esas dos dimensiones personales, sustantiva y adjetiva, fue surgiendo una tercera, discursiva, en la medida en que se produjeron escrituras, comentarios, recolecciones, textos.

El hecho es que Sakyamuni constituye el primer fundamento de la comprensión del Zen a través de su historia. 
- Buda es inicialmente "una persona". Constituye la imagen o figuración de alguien venerado. Podemos contemplarlo en pinturas y en esculturas de templos, monasterios, palacios, museos y sedes corporativas. Pero además podemos atestiguar su presencia en enseñanzas prácticas: escuchar sus sermones, leer sutras inspiradas en lo que dijo, estudiar múltiples comentarios. El Budismo tiene un origen constatable en la persona de Siddharta, hombre que vivió y desarrolló su acción en el continente indio. 
- Por otra parte, buda designa la síntesis y la marca de "una experiencia". Es el compendio hecho concepto de un tipo de vivencia o de un acontecimiento personal que, en un extenso periplo que llega hasta su maduración en Japón, el Zen siempre ha reconocido mediante tres términos fundamentales, propuestos en japonés: bodhi, que alude al despertar; satori, del verbo satoru, que significa comprender de manera intuitiva y tiene que ver con la aclaración del enigma existencial; y kenshô, que alude al franqueamiento, liberación, derribo, atenuación o eliminación de barreras que a uno lo separan de su condición auténticamente humana.

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