En forma de leve insinuación o como apenas referencia, en seminarios, sentadas o conversaciones sale a colación cierto Dôgen. Siempre dejo constancia de que se trata del fundador de la rama soto del zen japonés. Pero dejo en el aire decir algo más preciso sobre el nombre que designa a este atractivo personaje.
Como fue común en la antigua Asia, y según ha sido y sigue siendo usual en la vida monástica, cada persona ostenta varios nombres y varía la forma como se llama o la llaman. Así, por ejemplo, desde tiempos de la Corte imperial de Heian o Kioto (según cuenta La Historia de Genji, cumbre literaria japonesa), los niños al nacer recibían un nombre; pero lo cambiaban al cumplir 12 años, luego al recibir función cortesana, en el momento de su casamiento, cuando tomaban órdenes (masculinas o femeninas) y hasta en el trance de la muerte. Interesante: el nombre no designa a una persona sino a alguna(s) de sus circunstancias.
Al nacer en 1200, Dôgen recibió el nombre civil de Kigen Minamoto Fujiwara. Difícil ostentar mejor cuna en Japón. El clan Fujiwara había sido predominante desde la época Heian (794-1185): lo cuenta precisamente La Historia de Genji. El clan Minamoto será predominante desde el comienzo de la era siguiente, Kamakura (1185-1333): La Historia de Heike (segunda cumbre literaria nipona) cuenta el proceso mediante el cual el clan Fujiwara (conocido en el texto como Heike o Taira) pierde su posición a manos del antiguo rival Minamoto (allí denominado clan Genji).
Descendiente de tan encumbradas familias, el destino de Dôgen no dejaría de ser paradójico. Quedó solo en el mundo (sus padres murieron antes de que cumpliera seis años), heredero de una sólida posición en la corte imperial, pero despojado de cualquier intención militar o política, por poner ejemplos de carreras típicas de los nobles de esa época. En cambio asimiló, de forma prematura y sólida, lo mejor de la educación que se daba por entonces a algunos nobles: la literatura china (compuso su primer poema en chino ¡a los cuatro años!), los clásicos del budismo mahayana, así como las antologías poéticas y mitológicas japonesas. A la edad de tomar decisiones (doce años), Kigen (que significa origen, fuente) escapó de su hogar nobiliario y de un tío paterno que se empeñaba en transformarlo en alto funcionario y futuro ministro en la corte. ¿Dónde se recluyó?: en casa de otro tío, materno esta vez, monje en el monasterio de la corriente Eisai. Desde el comienzo de su formación será llamado a secas Dôgen (fundación, pavimento del camino), nombre que lo acompañará hasta su muerte en 1253. En su ruta como bonzo sería llamado igualmente Eihei, por el nombre del templo que fundó en las montañas de Fukui desde donde establecer el centro de su acción. En los textos, el patriarca aparece designado con alguno de esos nombres.
No es el momento de contar una biografía por otra parte completamente documentada. Sólo trato de situar el nombre de un personaje singular, que excede no solamente el campo del soto zen o del budismo sino incluso el de las fronteras japonesas, habiéndose transformado con el tiempo en uno de los maestros (espirituales y a la vez literarios) más valiosos del este de Asia. Ya que llegaron hasta aquí, tal vez les interese conocer uno de los últimos episodios de la vida de Dôgen, su visita al shogun en Kamakura, libremente relatada en el reciente film Zen, del director japonés Banmei Takahashi.
miércoles, 2 de febrero de 2011
Zen: ¿quién es Dôgen?
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