miércoles, 5 de enero de 2011

Ficha breve sobre el zen japonés







Podemos llamar "zen japonés" a la síntesis única que sin duda se operó en Japón sobre la base de elementos procedentes de India, Tibet y China, aunque también (algo que casi nunca se dice) significativamente reorientados gracias a originales aportaciones procedentes del shintoismo y de corrientes naturalistas ya existentes en el archipiélago. El apelativo "zen japonés" es intencionado. Procura deslindarse de otro muy frecuente, "budismo zen", defectuoso y digno de discusión por dos motivos que paso a explicar.

1) Por un lado, el término "budismo zen" considera al zen como una rama del budismo. Nutre así la tenaz confusión occidental de percibir al zen como algo perteneciente al campo religioso (ya que, a su vez, el budismo es tomado por una religión análoga a nuestras "religiones del Libro"), cuando no a lo sagrado. A un occidental suele costarle mucho distinguir entre lo espiritual y lo religioso (ya que la religión re-liga lo profano -nosotros- con lo sagrado -una instancia superior-). A mi entender, el zen es de suyo un ejercicio espiritual que toma prudente distancia de lo religioso, sin por ello negar su inicial asentamiento en el budismo). En aplicación de dicho malentendido, nadie cree que los patriarcas hablen en serio cuando dicen cosas como: "si Buda se cruza en tu camino, ¡mátalo!"; o cuando sugieren limpiarse el culo con alguna sagrada escritura, después de la descarga. El problema surge entonces cuando zen es tomado por muchos como un lenitivo religioso, una edulcoración aún más tenue que el ya tenue uso social del cristianismo en los tiempos presentes (considerado por muchos como puro ambiente cultural o como ceremonia).
2) Por otro lado, el término "budismo zen" tiende a ignorar el componente japonés propio del zen que conocemos hoy en Occidente. Se podrá decir (no sin razón) que esa sería sobre todo una "interna" religiosa nipona: finalmente el budismo nobiliario se apoderó de cierto zen (sobre todo Rinzai) allá por el siglo XIV y desde entonces intenta no soltar el hueso (a riesgo de transformar tan ilustre herencia en simple pieza de museo). Pero hay otra cosa que importa señalar, crucial para el seminario al que este blog aludirá durante las próximas semanas: el zen es mestizo, producto de síntesis complejas que se producen gracias al empleo cultural específico de sus instrumentos. Por eso también va cambiando con el paso del tiempo (sin por eso perder el núcleo que lo caracteriza, el zazen). Y entonces, si hay un zen japonés (diferente del chino o de otros asiáticos), eso significa que podría igualmente haber un zen occidental (con variantes según los sitios, si acaso consigue establecerse). No estamos todavía en esa etapa, pero me pregunto si no nos vamos acercando. El día en que exista un "zen occidental", el adjetivo se volverá sustantivo: tendrá de sustantivo la revitalización del pensamiento crítico en nuestro mundo y la transformación del "pensar" en crónica avisada y amplificadora de una experiencia sustentable.

De una u otra forma, el seminario aludirá a estos asuntos. No me quiero alargar, los dejo con la fichita sobre zen japonés.
- Dos escuelas principales: Rinzai, Soto
- Desde s. IX: Rinzai (práctica paradojal: koan)
- Desde s. XII: Soto (meditación sentada: zazen)
- Desde s. XIII: Maestro Eihei Dôgen (zazen + koan)
- Siglos XIII-XVII: incorporación de elementos del Shinto y del Jodo Shinshu
- Desde s. XX: síntesis variadas de Rinzai y Soto, dosificadas por cada maestro
- Siglos XX-XXI: relectura filosófica de Dôgen: Escuela de Kioto
- XX: Maestros zen japoneses con predicamento en Occidente: Daizetsu Suzuki, Taisen Deshimaru, Sunryu Suzuki, Sekkei Harada

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