sábado, 11 de diciembre de 2010

12/12/10: Entre soñar y despertar (Diego Chamorro)

SATORI
"Ten mo chi mo nashi ni yuqui no furishikiri":
No hay cielo ni tierra / Sólo nieve / que cae eternamente (HASHIN)
Descubrir un nuevo mundo trasluce distintas percepciones, empezamos a sentir la intuición de golpe, como una suerte de satori , la respuesta a una pregunta, la gracia de la vida, la luz de la mañana. Así me intensificó la literatura de Haruki Murakami, una visión del “Fin del mundo” y de un “Despiadado país de las maravillas”; como lo caracteriza Rodrigo Fresán en El País: “Advertencia: Murakami –al igual que los Beatles– produce adicción, provoca numerosos efectos secundarios y su modo de narrar tiene algo hipnótico y opiáceo.”
Murakami nos presenta una novela anticonvencional –como es su estilo–, una obra donde los escenarios y los personajes trasmutan y se confunden en una gama de sensaciones para definir un universo diferente. "El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas" es un complejo avatar de nociones, conceptos y nudos que poco a poco van dando cuerpo a una muestra de alta narración y genialidad en la literatura actual en Japón.

La decisión de explorar la concepción de los personajes femeninos en la literatura de Murakami está acompañada por un gran conglomerado de vínculos culturales entre occidente y oriente, con su propio estilo literario, claro está. Es una novedosa visión la que nos muestra Murakami, más aún en una novela como la antes mencionada, en la que los personajes femeninos dan luz a un profundo y oscuro camino, donde la soledad, el sueño y la nostalgia son los acompañantes más prolijos de los dos escenarios .

La novela se edifica como un gran juego arquitectónico, su estructura va tomando formas fuertes, extravagantes, pero hermosas a la vez; la composición se determina en un cúmulo de conceptos, costumbres y referentes, para poner en marcha un edificio cultural de gran orden, un universo paralelo entre dos escenarios que a veces se comen entre sí. Es una propuesta de yuxtaposición de fuentes, arte, revelaciones y devenires, para la co-existencia de un plano real: un Tokio expectante (Despiadado país de las maravillas), donde todo se mueve a través de la búsqueda de información y el poder que ejerce la misma; y, un mundo ficticio (El fin del mundo) originario en el subconsciente del protagonista: la pérdida de recuerdos, y que la separación de las sombras del cuerpo hace extinguir el corazón de sus habitantes.

Esa yuxtaposición artística toma muy en cuenta la armonía de elementos propios de la cultura de Japón como la comida, la religión Budismo Zen, la ropa, la eminente visión entre líneas, el disfrute de lo escondido, de lo cubierto; mientras, desde la otra esquina se insertan los referentes culturales de occidente como Bob Dylan, el whisky, el jazz, las palomitas de maíz. En definitiva, lo que nos muestra Murakami con esta novela da cuenta de una gran preparación y fuertes lazos para la consistencia de la mixtura cultural.

La elección de ese universo narrativo se asocia con muchos signos que nos propone la novela, elementos determinantes, uno de ellos, sino el más importante, es el papel de la mujer, que a su vez, cumple funciones reveladoras para el devenir de la trama de la novela. La mujer, entonces, como un enlace entre los dos escenarios expuestos en la narración, así mismo, la literatura de Murakami se vuelve una proximidad entre dos concepciones culturales: Oriente y Occidente.

Se considera la importancia de lo femenino dentro de la literatura de Murakami, no sólo como la vertiente del desarrollo de sus personajes mujeres, sino la atadura, el lazo, la revelación, haciendo en sí un eje de composición, un nexo entre dos mundos, entre dos culturas. Murakami expone su atención hacia lo femenino, delata la importancia de la mujer dentro de las propuestas culturales e intelectuales, cae seducido ante la importancia de la mujer dentro del mundo literario y su universo en sí, como lo propuso Virginia Woolf en su papel de mujer y en su correspondencia como intelectual:
" El sexo y su naturaleza bien pueden atraer a médicos y biólogos; pero lo sorprendente y de difícil explicación era el hecho de que el sexo –la mujer, es decir– también atrae a ensayistas agradables, ágiles novelistas, jóvenes doctorados en letras, hombres que no se han doctorado, hombres sin otra clasificación que no ser mujeres".

Yume
"If this were a dream
I would surely
see you again–
why must waking love
be left incomplete?"
(ONO NO KOMACHI, The Ink Dark Moon)

"El sueño me invade como pleamar.
Y no puedo resistirme. Es un sueño profundo, sin límites"
(BANANA YOSHIMOTO, Sueño Profundo)

El sueño (yume) es una palabra con varios significados, el sueño como el acto de dormir, el sueño como anhelo a conseguir y el sueño como el elemento depositado en el inconsciente. En la novela de Murakami, “Yume” adopta un papel muy intenso y fundamental. El protagonista (en el fin del mundo) es un lector de sueños y su oficio lo desarrolla en la biblioteca de la ciudad. La lectura de estos viejos sueños lo realiza a través de la imposición de las yemas de sus dedos en los cráneos de las bestias (unicornios ) que mueren, estos cráneos retienen los sueños, recuerdos de los habitantes de la ciudad, hay que tener muy en cuenta que estos recuerdos y sueños de las personas recaen sobre los cráneos de las bestias por un proceso de reencarnación.
Los habitantes de la ciudad al ingresar en ella no pueden salir de nuevo (la muralla y el guardián no lo permiten), porque son separados de su sombra y por la mencionada ausencia, pierden también, su corazón, el mismo que se deposita con los viejos sueños en los cráneos de las bestias que mueren cada invierno, a su vez, las bestias (re)nacen cada primavera. Es decir, que los deseos, sueños y el corazón de las personas se encarcelan en el inconsciente del cráneo de un ser fantástico, todo esto es un proceso de alegorías donde demuestra la gran virtuosidad de Murakami al planear una novela en congruencia con el concepto de yume.

Por otra parte, en el despiadado país de las maravillas el protagonista es un calculador (como oficio), quien tiene el don de realizar “shuffling”, que es un mecanismo del subconsciente en donde se producen múltiples cálculos cuando se está en un estado de duermevela, o en su caso, en una NO consciencia, este mecanismo hizo que en su inconsciente se desarrolle un mundo paralelo al cual se verá atrapado en la funcionalidad antes mencionada: como lector de sueños.

Aquí es donde se unen tres conceptos vinculativos: la mujer, los sueños y la reencarnación. La mujer de la biblioteca (en el fin del mundo) es el lazo que ayuda al protagonista a encontrar la salida para volar de la ciudad amurallada, ella todavía tiene resquicios de su corazón, por el recuerdo de su madre, quien no perdió su corazón. El protagonista ayuda a descubrir donde se encuentra el corazón de la mujer de la biblioteca a través de la lectura de los viejos sueños, así ellos pueden unirse en esa propuesta épica de huir de la nave del olvido.

Mientras, en el despiadado país de las maravillas, la chica de la biblioteca es quien ayuda a encontrar un instante de salvedad y felicidad antes de que el tiempo del calculador se acabe y pase a la inmortalidad en su propio mundo inconsciente. Las dos mujeres son la misma, o en su caso, tienen la misma función: activar la mente de nuestro protagonista para encontrar una brizna de felicidad.
Los sueños renacen y se guardan en un proceso de transmigración karmática de infinitas veces, donde las bestias, los sueños y los corazones nacen en otro ser con el mismo Karma. Para la cultura occidental se dirime el punto hacia el alma, que para el budismo no lo hay, sino el Karma, organismo mental que transmigra.

Así, nuestros protagonistas encuentran su iluminación de manera radical, a la manera de satori, drásticamente, el punto de encuentro para llegar a este estado es la mujer. Los personajes femeninos son los que activan esta esfera. Son la llave para el devenir del karma o el Karman.

En definitiva, El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas es una novela que permite acceder a muchos puntos de análisis, obra maestra poseedora de gran intensidad, referencias, transtextualidad y seducción en cada una de sus páginas, para reafirmar ese efecto adictivo hacia la narrativa de Murakami, el mismo que sacude nuestro pensamiento e incentiva libro a libro la unión entre las culturas de oriente y occidente.

Para concluir me gustaría develar una de las pistas que mantenía una constante en la realización de la novela, que a táctica de satori brindó la iluminación de este ensayo, que me encantaría ampliarlo un día de estos.

"I see my light come shining
From the west unto the east.
Any day now, any day now,
I shall be released"

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