jueves, 16 de septiembre de 2010

Zen profano 1

Experiencia del zen: lo sacro y lo profano



Cada otoño, la Fundación Centro Psicoanalítico Argentino celebra en Buenos Aires su Seminario Central. Se trata de un evento masivo que gira en torno a aspectos que cualquier contemporáneo comprometido considera imperioso pensar y repensar. Este año, el tema congregante es Lo Sagrado (Das Heilige). Las actividades se desarrollan en forma de ciclo que tiene lugar los lunes, de 20 a 22 horas. Comenzó el pasado 13 de septiembre y se extiende hasta el 4 de octubre. Los panelistas se acercan con delicadeza y versación al objeto común de reflexión, que pasa a ser mirado desde diversos puntos de vista. Aparecen así numerosas referencias a autores capitales del pensamiento contemporáneo, con especial insistencia en Heidegger y Lacan.

Distinto pero no distante de la tradición occidental, el lunes 20 me toca presentar cómo encara el zen japonés una dimensión no ajena a su pensamiento y a su práctica, pero para la que no brinda un término exacto, o único, capaz de designarla, al menos de acuerdo con una expectativa convencional. Tal vez ello se relaciona con lo que constituirá el núcleo de mi intervención: el zen insiste en la contigüidad, en la continuidad, entre lo sacro y lo profano. La experiencia que lo habilita rechina ante lo sagrado, cuando por tal se alude a algo numinoso y abscóndito, más allá de la experiencia, separado de él como algo divino y tutelado por un discurso religioso oficial. En cambio se aviene a concebirlo cuando está ofrecido como espacio/tiempo inagotable de coalescencia entre nirvana y samsara, luz y sombra, conocimiento e ignorancia. Lo sagrado es la otra cara de la moneda profana y sólo puede aprehendido mediante una lógica superadora de la dualidad. Lo sagrado y lo profano coexisten en los jardines japoneses, en la ceremonia del te, en el tiro al arco, en el ikebana. O en el pan y el vino de nuestras celebraciones fraternas.

1 comentario:

  1. Compartí ese lunes de charla que fue muy interesante. La relación entre las palabras vivas de la experiencia zen y la creación de sgte nuevo de sem 24 de lacan resuenan con mi interés en el sentido de la apuesta por un cambio en la escritura subjetiva.. gracias Laura Esposito

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