viernes, 27 de noviembre de 2009

Dôgen/Lacan 1: Experiencia del Análisis, experiencia del Zen


















Este blog ha sido pensado para estimular una conversación entre gente interpelada por cuestiones similares. Quienes lo visitan constatarán que no se trata de simple "japonología". Más bien procura, como sugiere su lema, entender qué aspectos de "Japón" podrían contribuir a la aclaración de encrucijadas de nuestros contemporáneos. Una de ellas tiene que ver con el Zen y sus relaciones con Occidente. Porque conviene aclarar un asunto: cuando Japón, y dentro de él el Zen, dicen "Occidente" pueden estar pensando en una o varias de estas tres cosas: la Modernidad, el Cristianismo y el Análisis.

Desde enero y febrero de 2010 un ciclo de seis conferencias intentará desmenuzar en Buenos Aires el intríngulis de las relaciones entre el Psicoanálisis en versión Jacques Lacan y el Zen en versión Eihei Dôgen. En tanto sociólogo y antropólogo, propondré una "observación" lo más argumentada posible. En tanto que practicante, mi observación será inevitablemente "participante". Será, entonces, la crónica o registro de un "observador participante", abiertos a la conversación y al intercambio de pareceres entre analistas, meditantes, público en general. El anuncio de esta actividad empieza a estimular intercambios, de los cuales me congratulo. El cruce o encuentro del Análisis y el Zen es sin duda una tarea que compete a muchos que están deseando contribuir a tal aclaración.
Sigue el texto de presentación de las jornadas.

Un fenómeno cautiva (y estremece) al pensamiento contemporáneo: la fábrica racionalista amenaza derrumbe. Se agrieta la razón entendida como ego cartesiano. Cunden sospechas ante cualquier verdad que sólo sepa acreditarse con argumentos a priori. En respuesta a sus dudas, el hombre que quiere conocer busca un discurso diferente, capaz de encontrar apoyo en la experiencia. ¿Experiencia? Una que surge del encuentro entre el aclaramiento de la mente (skolé) y prácticas de vida (háiresis). Una que, al adentrarse en el enigma de la existencia, lucha por transformarla.

Interesa el cotejo de dos eminentes antropologías de la experiencia:
- Al Este, cierto zen, el de Dôgen Zenji (siglo XIII).
- Al Oeste, cierto psicoanálisis, el de Jacques Lacan (siglo XX).
De Lacan hablamos sin descanso. En cambio, ¿qué sabemos del zen?: ¿es religión, es filosofía, es yoga, es plegaria, es terapia? Una clarificación resulta urgente para entender hasta qué punto Dôgen y Lacan han de medirse en el poco balizado terreno de la experiencia.

Porque ambos muestran ser maestros de experiencia:
- Tenaces para ensayar sobre sí mismos nuevas prácticas de existencia.
- Hábiles para transmitirlas metódicamente volviéndolas comunes, humanas. Por así decirlo, universales.

Tender puentes entre ellos equivale a observar cómo abordan dimensiones cruciales de la existencia:
- Lo real, la ilusión (ambos atrapados en la redada del lenguaje).
- El placer y el dolor (ambos sujetos al ansia/deseo).
- La mente y el vacío (ambos anhelando un más allá de lo pensado).

Ahora bien, ¿estamos prontos para ser interpelados por la experiencia? ¿Estamos de acuerdo en afirmar que no hay conocimiento sin una íntima conexión entre los datos de la mente y el pulso del corazón? Este ciclo indaga en la cuestión.


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