Bien lo dijo aquel tosco aprendiz de la vida:
"El ingrediente que hace realmente únicas las milanesas de tu mamá
es tu mamá".
Y en eso escuchó, como un eco lejano, cierta antigua verdad que acechaba:
"El ingrediente que hace nueva, viva e irrepetible cada sesión de zazen
eres tú".
martes, 15 de febrero de 2011
Zen y su secreto a voces
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