martes, 7 de diciembre de 2010

7/12/10: Aware, Kitchen, Banana (Daniel Mastrobernardino)

El aware en Kitchen, de Banana Yoshimoto
De haber leído Italo Calvino
De haber leído a Banana Yoshimoto, la sugestión verbal de sus novelas hubiera movido a Italo Calvino a ejemplificar con ella sin esfuerzo cada una de las tres acepciones que el autor de El barón rampante da para el concepto de levedad en la narrativa de ficción: 1) aligeramiento del lenguaje mediante el cual los significados son canalizados por un tejido verbal como sin peso, hasta adquirir la misma consistencia enrarecida (“En mi jardín, de madrugada, los árboles parecen brillar. Bañados por la luz de la calle, se dibujan con nitidez el reluciente color verde de las hojas y el castaño oscuro del tronco.” Sueño profundo. “Una experiencia”, 2007:139); 2) el relato de un razonamiento o de un proceso psicológico en el que obran elementos sutiles e imperceptibles, o una descripción cualquiera que comporte un alto grado de abstracción (“Vivir con un anciano es terriblemente inseguro. Cuanto mejor se encontraba mi abuela, más incierto era. En realidad, cuando estaba con ella, nunca lo había pensado e intentaba vivir feliz, pero ahora, al mirar atrás, tenía que pensarlo.” Kitchen, 2008:32), y 3) una imagen figurada que asuma un valor emblemático (“Brilló cegadora la luz de un relámpago y, acto seguido, se oyó retumbar un trueno, tan fuerte como si se hubiese estrellado contra algo. Era la primera vez que Haru me decía algo parecido y, cuando la miré, sorprendida, vi que me sonreía como si fuera una niña pequeña. Y lo comprendí. Que Haru también lo sabía. Que ahora que nuestro amor por aquel hombre estaba a punto de entrar en la última etapa, ella y yo pronto dejaríamos de vernos. Ella lo sabía.” Sueño profundo. “Una experiencia”, 2007:168).
Para Italo Calvino, la levedad es un valor estético, y este valor, tal como él lo considera, está en la narrativa ficcional de Banana Yoshimoto, solo que aumentada por otro, también de carácter relevante: el aware, concepto que examinaremos, en el escueto espacio de este trabajo, en la novela Kitchen de esta autora.

La tradición literaria japonesa y el concepto del aware
En el artículo “Lady Banana”, el profesor Alberto Silva nos informa sobre varias cuestiones acerca de Mahoko Yoshimoto. Una, que ha escrito concertando afortunadamente el modelo imaginado para una mujer escritora por Virginia Woolf: libertad intelectual, un cuarto propio, dinero y tiempo disponible, lo que además confirma que “No hay una marca en la pared para medir la precisa estatura de las mujeres” (1980:84), ni mucho menos para esta enorme narradora nipona, quien puede “escribir lo que uno quiere escribir” (ibíd., 103). Dos, que ha bebido en la tradición japonesa, guiada por su padre Takâki (crítico y poeta), dato que supone un recorrido exhaustivo en esa línea que atraviesa un largo espacio de tiempo desde Murasaki Shikibu hasta Kawabata y Mishima, autora y autores en los que el aware, entre otros valores literarios, constituye una pieza fundamental en la estructura narrativa de sus obras.
En el glosario que Ivan Morris incluye en El mundo del príncipe resplandeciente (2007:327) se asegura que es una palabra que aparece frecuentemente en La historia de Genji. Carlos Rubio, en Claves y textos de la literatura japonesa (Cap. IV, p. 421) precisa que explícitamente es mencionado en la obra mil dieciocho veces. El detalle cuantitativo solo confirma el fuste cualitativo. También este crítico habla de que el aware crea una atmósfera pesimista que se difumina en la obra dándole su peculiar “poder y encanto”. Lo define como “la sensación profunda e inherente de la experiencia vital”, y cita a Federico Lanzaco que da a esa aserción una vuelta de tuerca caracterizándolo como “el profundo sentimiento de empatía con la belleza perecedera de las cosas” (ibíd., pp. 421-422). Morris afirma que, entre la variada gama de significados, figuran “patético”, “conmovedor” y “hermoso”. El Dr. Alberto Silva indaga en esas significaciones a través de los innumerables tankas desperdigados en el relato del príncipe resplandeciente y nos guía en la detección de algunas formas del aware que aparecen en la novela Kitchen de Banana Yoshimoto, sobrepasando, desde luego, pero de un modo complementario, el impulso que Italo Calvino nos ha dado para comenzar.

En la primera frase
En la primera frase la narradora protagonista, Mikage Sakurai, huérfana en todo sentido, afirmando que la cocina es el lugar del mundo en que ella se siente más a gusto. Un lugar en el mundo es algo universal: todos buscamos nuestro “lugar” en la realidad que vivimos y, en general, construimos para nosotros. Pero el de Mikage no es cualquier lugar. Una cocina, cuyo aspecto, limpio o sucio no tiene importancia para mitigar sus ansiedades y angustias, pero de hecho debe ser funcional u que esté usada, es decir, que las personas hayan trajinado en ella. Hay un registro de pathos en estas primeras líneas de la novela que da el tono que sobrevendrá en las posteriores hasta el final.
El mucho uso de la cocina significa que alguien, quienquiera la haya utilizado, está compenetrado con este espacio y los objetos que lo constituyen y cuya función única es de ese sitio y no de otro y de hecho estarían fuera de lugar en el baño, por ejemplo.
Este sentimiento especial respecto de un lugar específico en una casa y de los objetos que la componen es, podemos decirlos, en término japonés, aware.
El asombro (lo que emerge del descubrimiento y, por qué no, del descreimiento) en esas oscilaciones de la soledad de Mikage, la protagonista-narradora, en esos brillantes acordes a veces alternados, a veces superpuestos de gozo y tristeza en su relación con el mundo, en las vinculaciones y desvinculaciones que establece con los seres y las cosas de la realidad, hacen de esta lúcida, bellísima perla de novela corta o nouvelle un vasto arco que parte de un punto y llega hasta otro y ambos son aware.

Aware, según Alberto Silva Castro
Según enseña el profesor Silva en el Libro del amor, el aware es una celebración, un “aprender a penetrar la cualidad emocional de las cosas”. Refiriéndose al Genji Monogatari, literatura en la tradición japonesa de la que banana Yoshimoto ha bebido, desde luego, por influencia de Kawabata y Mishima, la noción de aware comprende dos espacios metafóricos complementarios: “el sentimiento de la transitoriedad de lo creado (…) y la conciencia plena de la rapsodia de los sentimientos”,
Aware, dice el doctor Silva Castro, es “tristeza y gozo, distancia y proximidad, rechazo y amor, resplandor y tinieblas, alba y ocaso”. Justamente la protagonista-narradora de Kitchen transita todos estos estados que implican, como complemento de la emoción, un pensamiento sobre la vacilación entre la certeza y la incertidumbre de lo que vivimos y lo que podemos llegar a vivir.

Todo Kitchen
Todo Kitchen es un carpe diem, incluso en los momentos en los que se retrotrae al pasado: hemos citado en el primer párrafo el fragmento en el que Mikage manifiesta miedo respecto de la inseguridad de vivir con una anciana, y luego: “pero ahora, al mirar atrás, tenía que pensarlo” (p. 32).
Pero en el mismo episodio, se nos dice: “Por más jovial que fuera la convivencia entre la niña y la anciana, fui consciente bastante pronto, aunque nadie me lo hubiera explicado, de que un silencio escalofriante que se respiraba en los rincones iba llenándolo todo, y de que había un vacío que no se podía llenar.” (p. 33). Entendemos que tanto el silencio como el vacío son aware: suscita en la experiencia de Mikage un sentimiento de temor, de alguna manera inquisitivo hacia esa presencia física de la anciana que representa y hasta personifica a la muerte.
El sentimiento de soledad acompaña permanentemente a Mikage, aunque los Tanabe la acojan y signifiquen la compañía deseable para una huérfana absoluta.

Aware
Tristeza y gozo: En su encuentro con su ex novio, Sotaro, a quien le gusta los espacios verdes, Mikage piensa: “Eso, este espíritu sano, me gustaba, me admiraba, pero había estado a punto de despreciarme a mí misma por no lograr ser así.” (p. 40).
Distancia y proximidad: La muerte de Eriko es eso: distancia y proximidad: “Yo aún sentía la muerte de Eriko como algo lejano. No podía afrontarla. Era una verdad triste que iría acercándose poco a poco desde más allá del shock. Yuichi estaba abatido como un sauce azotado por la tormenta.” (p. 87).
Rechazo y amor: Ante una respuesta de Yuichi que no la conforma, ella piensa que si fuera su novio (habría, por lo tanto, amor) seguro que le pegaba un bofetón (rechazo): “Dejando mis defectos aparte, por un momento sentí antipatía por él” (p.42).
Resplandor y tinieblas: “El tiempo, transparente y silencioso, va cayendo gota a gota acompañado del rasgueo de la pluma” (p. 43). Y cuando Eriko cuenta cómo murió su esposa, hay un pasaje en el que las tinieblas se manifiestan de este modo: la esposa de Eriko le dice con lágrimas en los ojos: “No puedo regarla. Quiero que te lleves esta planta alegre que vino del sur antes de que le contagie la muerte” (p. 110).
Alba y ocaso: Eriko tiene la vida del amanecer, en todo caso, la de ese momento en que el sol no ha salido y la noche no concluye, y posee también el ocaso fatal, el de su muerte, malamente asesinada.

Un sinnúmero de momentos de aware
Hemos marcado en el original un sinnúmero de momentos de aware. Cada uno de ellos podría comentarse extensamente. Desde la fugacidad de la vida: “Sentí como si me arrancaran el corazón. ‘Entonces, ella ya no está. Ya no está en ninguna parte’” (pp. 65-66), acoplándose al vivir y al morir, porque quien dice tal cosa de alguien que ha muerto, está viva. Hasta el plectro pleno de los estados de ánimo: “Mi tono era severo, pero mis ojos se compadecían de él. Habíamos vivido juntos mucho tiempo y al instante brotaba una comprensión profunda entre los dos (…) Me pareció que mis sentimientos complejos llegaban a aquel borracho” (p. 90).

El abanico
Podemos imaginarnos el abanico, desde el primer listón que es punto de partida en la primera frase: “Creo que la cocina es el lugar del mundo que más me agrada” (p. 11), hasta las dos que cierran el aventador: “La habitación era cálida y el vapor de agua iba llenando toda la estancia. Empecé a decirle el número del andén y la hora de llegada” (p. 143).
Podemos imaginarnos este arco desplegado como un aware, una larga respiración con un hemistiquio para tomar aliento, allí donde comienza la segunda parte, Luna llena, con un dato escalofriante, sorprendente. Reneguemos de la expresión “respiración continua”, y pongamos en su lugar “una inspiración” con un ápice en el aware: “Una cocina de sueño. Habrá muchas, muchas. En mi corazón. O en la realidad. O en el destino de un viaje. O sola, o con muchos otros, o dos a solas, en todos los lugares de mi vida habrá seguramente muchas cocinas” (p. 63). Y luego una expiración que llega hasta el punto final de la novela, ya citado.
Creo que nuestra propuesta se ve, finalmente, bien reforzada: un aware sigue a otro, en una variada gama de profundidad, deleite y significación, probando cómo el aware forma parte constitutiva de la estructura total de la novela.

Bibliografía primaria
• Yoshimoto, B. Kitchen. Buenos Aires: Tusquets, 2009.
• ---------------- Sueño profundo. Buenos Aires: Tusquets, 2007.

Bibliografía consultada
• Morris, I. El mundo del príncipe resplandeciente. Prólogo y trad.: Jordi Fibla.
Girona: Atalanta, 2007
• Rubio, C. Claves y textos de la literatura japonesa. Cap. 3 y 4
• Shikibu, M. La historia de Genji. Trad. Jordi Fibla. Girona: Atalanta, 2005
• Silva Castro, A. Libro de amor de Murasaki Shikibu, Valencia: Pre-Textos, 2008
• --------------- “Lady Banana”
• Woolf, V. Un cuarto propio. Trad. Jorge Luis Borges. Buenos Aires: Sur, 1980

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