sábado, 14 de agosto de 2010

¿Cómo preparar un intensivo de Zazen?


Congregar un grupo de zazen es asunto de conversación y de intercambio, a partir de alguien que convoca. Preparar ese grupo ya forma parte de un compromiso compartido entre quien convoca y quien acepta la convocatoria: al deseo personal se le presenta una primera ocasión de chequear su intensidad y seriedad: voy a prepararme al máximo. Llevar a cabo el intensivo de zazen al que el grupo apunta es un asunto enteramente personal, de cada uno de los participantes: ¿cómo puedo hacer propia, personal, íntima, permanente esta práctica? Por supuesto quien congrega hará todo lo que esté a su alcance para favorecer la experiencia individual. Pero en el zen la experiencia individual es soberana. A tal punto que nadie puede sacar del fuego las castañas existenciales de otro.
Como ilustración de lo que estoy contando, sigue la primera circular que acabo de enviar al grupo constituido.

Queridos amigos:
El lunes ante-pasado hice circular una invitación a participar en un intensivo de zazen. Una semana después, se completaba el cupo. He esperado varios días para cerrar, por si acaso. Ahora escribo para hacerles llegar las primeras informaciones.
Gracias, antes que nada, por aceptar la propuesta. Esta respuesta, rápida y confiada, evoca una cuestión nada obvia: algo andamos buscando; algo nos hace pensar que podemos encontrarlo en el zazen. Ahora, y de forma generalizada, ustedes quieren saber cómo cumplimentar la inscripción y cómo prepararse. Ambas preguntas trasuntan la decisión de hacerlo y, además, la intención de empezar a hacerlo de inmediato.

Para responder ambas preguntas convoco a una primera reunión. El proceso de inscripción ya da lugar a intercambio de mails. Noto de inmediato que se actualiza una dimensión crucial del zen: en el marco de respeto propio de todo contacto (y más en un primer contacto: ¡con muchos no nos hemos visto nunca!), una intensa y confiada proximidad. La sola expectativa del zazen estimula el deseo de relación. La reunión del 3 de septiembre busca fomentar un ambiente de sencilla y familiar comunicación entre todos. Es la sangha, espontánea comunidad de meditantes.

Pero, ojo, el zazen es una práctica enteramente individual: algo que le ocurre a una persona, a cada uno. La pregunta sobre la preparación rebasa el ámbito de la actitud y se refiere al comportamiento: ¿qué puedo hacer para prepararme, sospechando que prepararme ya forma parte de la práctica que quiero incentivar/intensivar?
Como zazen es tres cosas en una (preparación física; teisho o plática; shikantaza o meditación sentada), mucho puede hacer cada uno desde ya. Sugiero dos pistas:
- El maestro Dôgen (busquen en Google o librerías) solía decir: Zazen empieza en el propio cuerpo. Algunos pensamos que conocemos nuestro cuerpo. ¿Lo conocemos tanto como pensamos? ¿Dónde suelo tensarme y en qué circunstancias? ¿Cómo ando de abertura de pelvis, cómo la puedo ampliar? ¿Cómo me conviene conseguir una postura erecta: zafu, almohadón, banquito, banqueta, silla (todo vale; pero: ¿qué vale para mi?)? Si pruebo sentarme erecto: ¿qué partes de MI cuerpo se quejan?: ¿rodillas, musculatura inguinal, cervicales? Si pruebo estiramientos: ¿cuáles son puntos negros? Si observo mi respiración: ¿cuál es MI ritmo natural? ¿en qué circunstancias se altera? ¿cómo puedo devolverlo a su propia cadencia? Hay mucho que observar: el zen es un arte de la observación despierta del mundo, comenzando desde la punta de MI nariz.
-Para bien y para mal, la nuestra es una cultura del texto, de la lectura. Habrá en el intensivo cinco teishos, centrados en un texto que ahora les adjunto: Fukanzazengi (se lee en voz alta al terminar cada día en los monasterios zen de Japón; lo he retraducido con fidelidad y al mismo tiempo de acuerdo con el estilo de este intensivo). Léanlo, déjense penetrar por el texto (breve y abundantemente glosado), habitúense a los términos, anoten preguntas, déjense interpelar por lo que dice y lo que sugiere.

Los que quieran ponerse a trabajar, ya tienen tarea de sobra hasta el 3 de septiembre.
Les mando un saludo afectuoso.

Tres avisos:
- Hasta el domingo 22 de agosto estaré ausente, en Uruguay, sin computer facilities. Pueden hacerme llegar mensajes, pero me será difícil responderlos. Si se trata de algo urgente, veré cómo hacer responder de inmediato. Pero si la respuesta puede esperar hasta el regreso, tendrán noticias mías a partir del lunes 23.
- Para comenzar, para continuar, para mantener, para recobrar: habrá otro intensivo en octubre, en fecha a determinar (ya hay siete pre-inscriptos; interesados: vayan diciendo algo).
- Tengo un blog (ver aquí abajo), adonde he subido y seguiré subiendo notas o textos relativos al zen (andan dispersados en varias secciones, en espera de una reacomodación del sitio).

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