sábado, 9 de mayo de 2009

BORDES

CABALLOS AIRADOS
un río de preguntas
atraviesa las extensiones áfonas
azules
encrespadas como caballos
airados: sus cascos heridos
no consiguen
atravesar el filoso tornasol de un simple
río de preguntas

PISANDO EL CÉSPED
esa geografía ondulada esos dulces modos de gran piano eléctrico
esos teclados y sobre la pelusa tierna los pies menudos
y descalzos descubren su delicado andar
a fuerza de pulsar la esplendorosa la codiciada
hierba. En busca de algo que ya extravió
su consistencia oblicua de lagarto. Ese algo
es ahora un latido húmedo alerta
desfiladero carrascal de flautas
casi marítimo chorreo y entonces
la isla dormida se hace fulgores de atabaque
el mapa irrumpe se hace trizas
contra el infinito abovedado
del césped que se ofrece (pétalos
disueltos arreboles dispersos: así
desaparece mi coartada
junto a la costa de tu bajo vientre

PERDICIÓN
me refiero a incursiones detrás de los espejos
azogados de conocimiento. Aludo
a opacidades transparentes a escaladas
subliminares a sublimes ascensiones
que desbarrancan
pienso el vértigo extático. Hablo
del vuelo a ciegas y del silencio henchido
de sonoridad. Insisto en la singularidad lucífuga
del agua derramada disuelta dispersada
y al fin rehecha al volverse hebra y sal. Remito
a ese extraviar el seso los estribos
nortes sures cárdenos órdenes tropos
de la originalidad y hasta del presunto origen
planteo la perdición final
de todo género en la especie sin tema en un prado
sin límites ni sistema acotado
sin sexo sin apelación de marca
donde alguien baila abrazado a la noche
y de pronto se imagina la muerte
la descubre en el chispazo en el violento
ramalazo en el renacer
que reconcilia (un segundo
con lo primero que se es
lo mismo o tal vez no lo es tanto



1) CABALLOS AIRADOS

FRAGUA
de noche removía la leña:
“quien de verdad te ama no es más que fuego
te incendia te reduce a cenizas a humo disperso
por el viento (se escuchaba

preguntó: “¿existe alguien
no contento con mirar arder las ascuas que
se ofrece a sí mismo como cirio
ardientes brasas de noches solitarias fanal
de quien acaso nunca ha conocido
y acaba siendo candelabro
de un cielo sin luces ni caminos

(me venció el cansancio me hundió
la madrugada. Volví a soñar
con mis eternos problemas de dinero


CABALLOS AIRADOS
un río de preguntas
atraviesa las extensiones áfonas
azules
encrespadas como caballos
airados: sus cascos heridos
no consiguen
atravesar el filoso tornasol de un simple
río de preguntas


DE LA LUZ, DEL DESEO
frialdad bastante para adivinar hacia dónde
se encaminan nuestros pasos
fiebre suficiente
para poco a poco incinerarse: culpa
de quemaduras incisivas de dolores fibrosos
que ni por un instante
aceptamos separar de aquellas otras pródigas
apariciones fugaces


ANCESTRO MAR
“el océano es su pariente
el océano es su origen

ninguna relación nos ata a la familia
de nuestros huesos podridos bajo tierra
y en esa travesía sin suplentes que es la vida
cuanto más queremos arribar a puerto
más pequeños se perciben
(detrás nuestro
los latidos un eco) de lo que fue la orilla

esa playa no obstante resuena
en las entrañas
eterno sobrevive el mar en una concha
susurrando sin ruido lo que ha visto y oído
en mares que no sabe navegar
en mares que tal vez no verá
con los ojos de carne


PASTOR
atribuye o devora
ese alguien que reparte los pastos
se mueve se conmueve su paciencia
no ulcera nada sólo pierde tierra
moneda y fama solo obtiene
usos que incumplen todo porque todo
ganan


NUBOSIDAD VARIABLE
la palabra cosmos se me vuelve moscos
moscas mosquitos molestosos tenaces
se transforma en artilugio insecticida
¿una crema de manos un método acaso
para mejorar las inversiones
un equipo de fútbol neoyorquino
unos anteojos caros
(nubes o plomo ante mis ojos
si los abro y busco entender algo)


LA CANGREJA
cangreja
me envuelve me subyuga me acapara cangreja
la cangreja está en mí y yo soy ya lo veo
posibilidad de que una
cangreja apenas mancha o sucesión
de borroncitos de cacas de cangrejas exista. Yo
ser cangreja ser yo ser cangreja

más que previsible objeción: todos sabemos
que la cosa falla por algún lado el lado
de mi total ignorancia de qué pueda ser
la dichosa cangreja. Cohabitación
tan inevitable
como desesperada. Desenlace
necesario: todos
conocemos desde antiguo esa otra cosa:
una cangreja que se precie no emite sonidos voilà
corolario: satori
no es más que un instante
caído como gota de sudor de miedo
fuera del océano del tiempo ¿qué pasa?
que no pasa


CERRADO POR BALANCE
diez mandamientos trae la ley de Dios
nueve largavidas Fritz the Cat
ciento un dálmatas treinta y tres orientales
media docena de facturas de sílabas dispersas
caras de un dado superpuestas
son cinco los dedos de la mano las patas de otro gato
tres clases sociales tres chiflados la santísima
trinidad escalena. Dos sexos ese enigma líquido
soluble en vino como policías
que siempre van de a dos
que siempre van a un bar
cifra indivisible es la soledad
cero no es nonada
más bien aro cristal ojo
misterio por demás metálico
que lo comprende todo (el cero es como un gato
que se muerde la cosa
y en algún sitio entre nada y algo que bien puede ser gato
las inverosímiles sumas y restas
los cálculos mentales los renales
en suma la paridad la alta divisa el peso
de nuestras laboriosa mezquindad


TURNO DEL INTERESADO
pies para arriba por el campo
a recobrar a golpes alguna realidad perdida:
nipones cipreses colgaban rígidas figuritas
cielo abajo
frutas y verduras desbordaban fuera del espacio
en tres segundos casas de papel de fumar se encendían
con inconfundible color de limonada
se abrían ventanas en los cielos, flotaban
los pijamas
ruedas de carros en forma de nube desdentada
chirriaban más de prisa
espanto yo de gentes
sorprendidas al verme estrechar los pies de mis amigos
y calzar mi chambergo italiano
como quien calza los zapatos

hasta ahora nadie ha preguntado qué piensa
la víctima de todo esto


DEGREES OF FROST
solitario
transido escapa el río detrás
de mis cristales empañados
¿quién pasó? Ya no sé
si fue el río
o algún tren que camina dormido. Erguidas
a ambos lados del río
dos niñas se gritan niñedades
acaban perdiéndose en el viento
o entre los pliegues de una tarde esquiva
mientras atrapo
cada vez más lejos
lo que de cerca se me escaparía


MANCHITAS EN EL TECHO
de espaldas
reducido a una brasa
a brizna de fuego en el desierto. La incerteza
lo quema la inmensidad sin voces lo reseca
esa lobezna oscuridad ajena a toda remisión
caudales inflamados y ese implacable
ese ojo puntual y los hervores de
una escueta madrugada que atraviesa la endeble
corteza de la nuez y se mete como sed en la sentina
en la sesera
en el mendrugo
en la resaca de dudosos ayeres
en el resuello cansado del insomnio


SUITE DE LUJO
ventanal sin marco sin cristales sin
espeso cortinado sin alféizar
sin siquiera
ventana desde donde muy poco hay para ser visto
y tanto para caer hacia arriba y hacia abajo
pero desde donde al fin miro
con la perspectiva irrepetible y única que brinda
sumirse (o aspirarse) en la propia soledad sin fondo
como un bebé sentado con la boca y las piernas abiertas
absorto en la contemplación de una pared sin manchas
cercana transparente celeste hermética
patente como una nariz
implacable como bóveda
del cielo

el bebé no lo sabe
el hotelero tal vez sabe


ALUMBRADO PÚBLICO
yo mismo
sólo una entidad fugaz gaseosa
ajena a la cristalización
vagabunda
tan ardua de fotografiar
a pesar de estar dotada
de la corporeidad más asmática
que hay en plaza



2) TRENES DEL VERANO

PISANDO EL CÉSPED
esa geografía ondulada esos
dulces modos de gran piano eléctrico esos teclados
y sobre la pelusa tierna los pies menudos
y descalzos descubren su delicado andar
a fuerza de pulsar la esplendorosa la codiciada
hierba. En busca de algo que ya extravió
su consistencia oblicua de lagarto. Ese algo
es ahora un latido húmedo alerta
desfiladero carrascal de flautas
casi marítimo chorreo y entonces
la isla dormida se hace fulgores de atabaque
el mapa irrumpe se hace trizas
contra el infinito abovedado
del césped que se ofrece (pétalos
disueltos arreboles dispersos: así
desaparece mi coartada
junto a la costa de tu bajo vientre


TRENES DEL VERANO
el verano es la estación penúltima sin trenes
desespera el durmiente sin saber cuánto falta
dos perros dormitando sota parra
dos perras y tres cuartos sin dinero

el verano una botella boca abajo
una marmita una centolla más noventa y nueve
un bálsamo en un lago de magnolias

hay guardabarreras que están todo mojados
de puro saludar veranos
que se van corriendo tras los trenes
mientras las morenas secas desde los andenes
se van humedeciendo de tarde si adivinan
el gran secreto de esos gastados uniformes
bajo los que se esconden cofres de condimento armado
y algún dios pícaro endereza
las retorcidas intenciones del verano


EROS
¿jamás han visto contonearse
una vaca en el tejado de cinc caliente
¿habrán visto sus mortales devaneos
su mirada plástica y esférica
y aquellos dientes de bicarbonato
¿han visto el terror escrito en las mejillas
de quienes la miraban espantados
bajo la claraboya transparente de sus sueños


FIESTA
la verbena verbal es la fiesta social
más natural. Mejor que un dancing refistolero
en la pirotecnia de una prótasis verbosa
nadie
huele o dice o piensa
mal. Y el hedor el error el terror
al pudor sale de la ponchera farolera
(caprichoso es el cocktail si se escancia en copitas)
según indicaciones imposibles febles

como en las recetas caseras lo que cuenta
es la mano lo importante es taparles
la boca con un chorro de lozanas margaritas
bien batidas


DURA
a veces voy al bosque (otras forcejeo en un lecho)
y no acierto
a saber si me he vuelto transparente si mi forma
corporal se invade enteramente
de tallos recientes brisas rumorosas roquerío
semen. Me visto de invisible verde (de alba sábana)
ausencia de contrastes ausencia también
de todo pensamiento de argucias
de estrategias de emociones de colchones de linos o de verdes
No hay paseante ni amante no hay un bosque
florido y sobre todo no hay mirada ordenando
una relación vertical entre la mente y ese objeto natural o social
que tengo enfrente. Puestos a no haber, no hay nada


DOS AL BORDE DE UNO MISMO
la dama borda el hilo
de la azotea o del esfínter
se asoma en sorna a aquel abismo
alegre en suma entristecida
por mitades limitado el espejito
por el que mira
ella se mira el muy fantoche


PRÍNCIPE AZUL
papel higiénico y agónico
patas de mosca o de patatas
marca de uñas sudores resquemores
huellas de tantos dedos ajados
(engrasados
y un rinconcito oscuro reticente
para leer temblando
en la pared temblando
aquel mensaje o mosca azul
(no se para ¿no para


THE ANCHOR
¿qué hacíamos prendidos del Puente de la Torre
como abrazos ocultos niebla abajo?
más y más me miraba en tu cristal sin polvo
en tu farol de hoguera ardiendo
por el muelle o tal vez más abajo

la calle se iba de brumas con la noche
(en Londres los sueños mueres boca abajo)
y tú que eras la ausente acaso vienes desde lejos
como una luna de cabellos grises
como una jarra para llenar el hueco
que al irte quedó muerto entre mis brazos


PAVOROSO
el viento juega en la vereda. Las manazas
del aire te acarician
los pechos
dos ánforas que se derraman. Algo
esconden tus prendas
no respiro por miedo a encontrar
lo que siempre soñaba
(me alejo corriendo de la mano del viento
los ojos cerrados


BUENOS (DES)AIRES
sus amigos lo abandonan no le siguen
el tren lo elevan a la solitaria (y ridícula) condición
de gigante epistolar decimonónico lo dejan
tirado en cuchitril lleno de estampillas y añoranzas
a veces los maldice (bajito) pero entre dientes hoy
los perdona diluyendo su olvido en jarabe
antropológico del tipo todos son así y así
rebaja su pena a amistoso bufido a inútil
rezongo hoy les suspende
la condena por flagrante sesgo idiosincrásico se resigna
a escuchar en vilo su silencio como un reverbero
de amor en recóndita en insomne madrugada


ASOMO
me fue peor que a ti
no cabe duda
me volví sal que se diluye en agua
soy estrella fundida en tus ojos sin lágrimas

de todas las palabras dichas de todos los temblores
sólo queda un recuerdo sólo quedas tú misma
completa inaccesible

¿lo nuestro? pura iridiscencia
gasto improductivo
un festivo acabóse
suntuosidad lujosa un sudario


LA DEUDA
las cuentas pendientes del amor
no se confiesan tales. Se enmascaran
tras el rostro ambiguo del dinero. Y así
tenemos a los deudos tironeando su parte
ante el cadáver que todavía entibia la mesa
de operaciones. Las operaciones
sucesorias llevan su acalorado tiempo. El monto
resumido de a poco se carcome después
de un balance exacto o por la usura
del interés bancario. El descubierto
afectivo se hace al cambio más grande. Cuando la herencia
llega a valor cero el vocerío de las partes
alcanza su previsible cenit. Como sucede
con los agujeros millonarios el principal
abulta demasiado para achicarlo
a son de talonario. Fatalmente los deudos
asumen un pasivo que se activa solo. Repiten sin gracia
la estrechura anterior
sumándole el implacable reajuste de la amargura
Al fin todos se muestran puntuales. Cumplen
los plazos poco rentables de su ronroneo. Nadie
supo que las deudas del amor
se saldan con silencio


ALBA LA DAMA
blanca colina. Aseméjase al mundo de la sala
de espera. Algo inquieta no obstante a la pálida dama
que asoma al atrio de esa casa. Algo capaz
de tensar la vela de los cedros. Capaz de darle al aire
convulsa transparencia de sábana
La nieve amaina luego se desata
como la anciana detrás de sus modales
suaves después de un par
o tres de distraídos vasos. La nieve es sabia al no saber
que la fisgo en secreto. Soy necio al recordar
simples palabras: hablan de algo
que debiera ignorarse. La vieja
casa sigue su andadura
de nave terca opaca. La vieja nieve o nave
o dama inquisitiva. Siempre tan despierta tan sin puerta
ni ventanas


3) ATRIOS

TURISMO ACADÉMICO
¿qué hace aquí un sujeto descalzo?
los profes medían ¿huesos? con sumo cuidado
luego ordenaron sus andrajos. No había puntas
de flechas ni secuelas cerámicas
sólo tenues indicios de ratones de pájaros
lombricitas más tarde envoltorios
de chicle una horquilla doblada hondas huellas
zapatos en el barro

buscaron la cabeza del occiso
invocaron a Mead y a Gauss, a Chokler y a Strauss
las luces se encendieron al llegar el ocaso: gracias
a la ciencia humana (inagotable)
en cuádruple ración (pienso) pudieron
preguntarle al que tenían delante: ¿osario
maniquí o espantajo?


NATURAL/MENTE
siempre así acaba su poema? ¿fracasa
por destino el escribiente

no hay respuesta final
no hay caminos no hay señas
sólo risas, temores y miradas
cruzadas. Sólo hileras de octavas rimadas
islotes envueltos en un mar sin alicios
campos sin cardos: moratorias
“la segunda
naturaleza de un hombre es su poesía” (qué cosas
de decir Jorque Enrique. Pero sólo
alcanza algún momento. Una parte
mayor se le queda en los ojos
en su cuerpo sin órganos ni dedos ni ojos
ni sesudos engaños


PASEO DE LA FILOSOFÍA
no sólo separa aquella puerta
(también abre)

esto que mascullo
dejaría perplejo al propio Wittgenstein
él, para quien es el otro mundo el del silencio
(y en éste –lo menciono de paso-
sólo él habla…pero prefiero dejarlo
para otro momento)

en fin el sacrosanto silencio de Wittgenstein
las cejas enarcadas de Wittgenstein
el descrédito de Wittgenstein
el desdén la indiferencia
la desaprobación de Witttenstein
el abandono definitivo por parte del bueno de Wittgenstein

a todo esto, ¿de quién diablos se trata
lo que sigue pasando es que el otro mundo habla, ¿sabe?
nos acompaña
únicamente si nos volvemos sordos
únicamente si nos quedamos solos


BALCONES
algo no cierra. ¿La ventana
algo no cierra. ¿Los balances
algo no sierra y se desgarr
algo se agrieta. ¿Será el alma
nada se aquieta (soy de viento
y el viento barre en mi persiana
humo en anillos que se pierden
lluvias resecas que no escampan


MASTICAR EL KOAN
kind apena barrizal
kid la nena pajarriz
k paz de jirar la niña
kina anjel zarparía
ke jilaza ni pardía
kind lejanía zarpar


ENTREVISTO
la gente logra comprenderlo con relativa facilidad:
según el saber establecido, toda vida
proviene de la luz
y en ella se alimenta lo animado, lo inanimado y lo
desanimado

por mi parte
no consigo entender cómo,
siendo vital para la conservación de toda especie,
la luz se prodiga de forma tan escasa. Incluso me sorprende
que algunos tenaces
acepten vivir casi en tinieblas. Pareciera gustarles

chispas menudas, breve titilar, fulgores

bastante nitidez para adivinar por dónde
encaminamos las pisadas
fiebre suficiente
para incinerarnos poco a poco: culpa
de quemaduras incisivas dulces
estiletes crueles que ni por un instante
sabríamos separar de aquellas otras fugaces apariciones


PERDICIÓN
me refiero a incursiones detrás de los espejos
azogados de conocimiento. Aludo
a opacidades transparentes a escaladas
sublimizares a sublimes ascensiones
que desbarrancan
pienso el vértigo extático. Hablo
del vuelo a ciegas y del silencio henchido
de sonoridad. Insisto en la singularidad lucífuga
del agua derramada disuelta dispersada
y al fin rehecha al volverse hebra y sal. Remito
al ese extraviar el seso los estribos
nortes sures cárdenos órdenes tropos
de la originalidad y hasta del presunto origen
planteo la perdición final
de todo género en la especie sin tema en un prado
sin límites ni sistema acotado
sin sexo sin apelación de marca
donde alguien baila abrazado a la noche
y de pronto se imagina la muerte
la descubre en el chispazo en el violento
ramalazo en el renacer
que reconcilia (un segundo
con lo primero que se es
lo mismo o tal vez no lo es tanto


ALGUIEN TENÍA QUE ACLARARLO
tengo que apurarme
con la vida sepan
si a la hora de sonar
adelgaza la cornisa de la noche
señal que caminamos anchos
señal que lo logramos
ese asomarnos
a la austera repisa de la cosa o vida
sólo un paso deprisa
un pasito una prosa una nada
nada de eso
que por inercia o temor llamamos


NÉCESSAIRE
planta soy nómade
felino soy devoto
soy yo o el otro
soy hombre, soy mujer


NO ES VERSO
como es ¿lógico (hoy por hoy
supongo
este paseo por donde ya sé quién? Sabe
acercará con suerte al borde
de lo que nunca
es (verso


ATRIOS
por un instante
dejar
que las cosas sean
como son. Treparse
un breve instante
al andar de las cosas
porque son. Manera
de ver y al punto
olvidar. Corinto:
un decir (pasa


MODOS DEL UNIVERSO O DE LA CÁRCEL
hablemos claro que ya se hizo noche:
algo en ti queda atado
a esa orilla donde duerme el silencio. No es suavidad
no es premio. Sólo temblor
vibrante
espiralado


MATERIAL PARA UN HAIGA
pájaro preso en la tormenta
tu voz se abisma en el placer
a veces muere sin dejar de dar vueltas. Se muere
a veces
de no lograr caer

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